Impacto Jurídico-Constitucional de la Transición Española tras la Dictadura
El 20 de noviembre de 1975 supuso un punto de inflexión para el sistema jurídico español. La muerte de Francisco Franco abrió la puerta a un proceso de transición que no solo transformó la estructura política del país, sino que redefinió el marco normativo aplicable a los derechos y libertades de la ciudadanía. El régimen anterior había estado marcado por la concentración de poder, la limitación de las garantías procesales y la restricción de libertades esenciales, configurando un ordenamiento alejado de los principios propios de un Estado de Derecho.
La instauración de la monarquía parlamentaria, bajo la jefatura del rey Juan Carlos I, impulsó una reforma profunda del sistema legal con el objetivo de garantizar una convivencia democrática. La Ley para la Reforma Política de 1976 fue la llave jurídica que permitió desmontar el andamiaje legislativo del franquismo y sentar las bases para un marco más garantista. A partir de ella se habilitaron las primeras elecciones libres y se recuperó la pluralidad política como elemento esencial del futuro desarrollo constitucional.
La Constitución de 1978 consolidó este proceso mediante la consagración de un catálogo robusto de derechos fundamentales, sujetos a tutela judicial y reforzados mediante mecanismos como el recurso de amparo. Asimismo, estableció la separación de poderes, la independencia del Poder Judicial y un modelo de distribución territorial que ampliaba la capacidad de autogobierno. El reconocimiento de libertades como la de expresión, información, reunión, asociación y participación política convirtió al ordenamiento español en un sistema alineado con los estándares europeos de protección de derechos.
Esta transformación jurídica no solo supuso un cambio institucional, sino también una recuperación efectiva de la libertad en la vida cotidiana de los ciudadanos. Las garantías constitucionales conquistadas en aquellos años continúan siendo el cimiento de la seguridad jurídica y del pluralismo que caracterizan la España actual.
Desde ASINTER, siempre defenderemos y abogaremos por una libertad máxima, y reivindicamos con orgullo los derechos instaurados, conseguidos y luchados en España.

